Los senadores estadounidenses quieren que las aerolíneas paguen en metálico a los pasajeros por los grandes retrasos

Por Rajesh Kumar Singh y Anshuman Tripathy

Delta Air Lines dijo el miércoles que espera un golpe de alrededor de 200 millones de dólares a su beneficio antes de impuestos del cuarto trimestre debido al cierre del Gobierno de EE.UU. que terminó el mes pasado.

El impacto se traduce en unos 25 céntimos por acción, dijo la compañía. En octubre, la aerolínea con sede en Atlanta había previsto un beneficio ajustado de entre 1,60 y 1,90 dólares por acción para el trimestre hasta diciembre.

El cierre de 43 días del Gobierno afectó a las operaciones de vuelo y dejó a miles de controladores aéreos y otro personal trabajando sin sueldo. La Administración Federal de Aviación también ordenó recortes de vuelos en 40 aeropuertos importantes debido a la escasez de controladores aéreos.

El cierre más prolongado del Gobierno federal interrumpió decenas de miles de vuelos y mermó la demanda de viajes. Esta situación, unida a las perturbaciones meteorológicas, ha llevado a algunos analistas de Wall Street a recortar hasta un 30% las estimaciones de beneficios de las aerolíneas estadounidenses para el cuarto trimestre.

Delta, sin embargo, dijo que el crecimiento de las reservas ha vuelto a las expectativas iniciales tras el fin del cierre, con una demanda que se mantiene saludable para el resto del trimestre y tendencias fuertes de cara a principios de 2026.

El consejero delegado Ed Bastian dijo en una conferencia de Morgan Stanley que la aerolínea vio una caída del 5% al 10% en las reservas inmediatamente después de los recortes de vuelos ordenados por la FAA, pero dijo que el impacto fue de corta duración. "Esperamos tener un buen mes de diciembre y un buen cierre de año", dijo Bastian. "Creo que lo hemos superado"

Las acciones de Delta subían alrededor de un 3% en las operaciones de la tarde.

El martes, JetBlue también dijo que la demanda durante el cuarto trimestre se ha mantenido saludable, con reservas en línea con las expectativas, excepto por un breve período durante las reducciones de vuelos ordenadas por la FAA.

La aerolínea con sede en Nueva York dijo que sus operaciones también se vieron afectadas por el huracán Melissa en Jamaica, que, junto con las cancelaciones relacionadas con el cierre, recortó su capacidad en el cuarto trimestre y elevó los costes operativos no relacionados con el combustible.

Delta Air Lines dijo el miércoles que espera un impacto de 200 millones de dólares en su beneficio antes de impuestos del cuarto trimestre por el cierre del gobierno en los Estados Unidos que terminó el mes pasado.

El golpe a la rentabilidad se traduce en unos 25 centavos por acción, dijo la aerolínea, añadiendo que el crecimiento de las reservas de viajes había vuelto a las expectativas iniciales tras el fin del cierre.

El cierre del gobierno, que duró 43 días, afectó a los vuelos y dejó a miles de controladores aéreos y otro personal trabajando sin sueldo.

A principios de esta semana, JetBlue señaló un impacto en el rendimiento operativo del trimestre en un punto, debido al huracán Melissa en Jamaica y a las cancelaciones relacionadas con el cierre.

Delta afirmó que la demanda del trimestre de diciembre se mantuvo "saludable" y que las tendencias eran sólidas para principios de 2026.

Está previsto que la compañía haga una presentación en la Conferencia Mundial sobre Consumo y Comercio Minorista de Morgan Stanley más adelante.

Por Rajesh Kumar Singh y Dan Catchpole

Annie Vargas veía cómo su hijo se desvanecía y le suplicaba que buscara ayuda. Pero su hijo, Brian Wittke, piloto de Delta Air Lines de 41 años y padre de tres hijos, se resistió, aterrorizado ante la posibilidad de que un tratamiento para la depresión le costara su licencia y su medio de vida.

El descenso de los viajes aéreos durante la pandemia mantuvo a Wittke más tiempo en casa y afectó a su salud mental, declaró Vargas a Reuters.

La mañana del 14 de junio de 2022, Vargas intentó ponerse en contacto con Wittke por SMS, pero sus datos de localización estaban desactivados. Cuando reapareció, Wittke se había suicidado en las montañas de Utah, cerca de su casa en las afueras de Salt Lake City.

Los pilotos de líneas aéreas comerciales suelen ocultar problemas de salud mental por temor a que revelar la existencia de terapia o medicación, o incluso simplemente buscar ayuda, pueda suponer que les retiren la licencia, lo que les pondría en peligro a ellos y a sus pasajeros, según las entrevistas de Reuters con tres docenas de pilotos, expertos médicos y funcionarios del sector, así como una revisión de estudios médicos.

Para este reportaje, Reuters habló con al menos 24 pilotos comerciales de compañías aéreas estadounidenses y extranjeras que se mostraron reacios a revelar problemas de salud mental -incluso menores o tratables- por temor a quedarse en tierra de inmediato y a una revisión médica larga y costosa que podría poner fin a sus carreras.

Los pilotos con los que habló Reuters citaron múltiples razones para no dar a conocer sus problemas de salud mental, entre ellas las políticas de las aerolíneas, los requisitos normativos y el estigma social.

PERSONAS REALES, PROBLEMAS REALES

"La gente real tiene problemas reales", dijo Vargas. "Y no se les debería penalizar por afrontarlos."

Vargas dijo que hablaba con Reuters porque esperaba que la tragedia de la familia pusiera en tela de juicio la cultura que rodea a la salud mental en la industria de la aviación. La agencia de noticias corroboró detalles de su relato con la esposa de Wittke.

Delta dijo que Wittke era un valioso miembro del equipo y calificó su muerte de "trágica y desgarradora". También dijo que la comunidad de pilotos tenía un estigma contra la búsqueda de servicios de salud mental.

Como muchas de las principales compañías aéreas estadounidenses, Delta ofrece programas confidenciales de apoyo entre compañeros y servicios de asesoramiento para el personal. **Recientemente lanzó** un nuevo programa de asistencia a los empleados para pilotos, que ofrece acceso a terapia y asesoramiento y tiene en cuenta los requisitos de certificación médica.

"Seguiremos trabajando sin descanso para ofrecer soluciones adicionales", declaró la aerolínea.

En la mayoría de los sectores, las personas pueden buscar tratamiento médico o psicológico sin implicar a los empleadores o a los organismos reguladores, como la Administración Federal de Aviación.

La aviación se rige por normas más estrictas: los pilotos deben cumplir rigurosos criterios físicos y psicológicos para mantener su certificación médica de la FAA, y en algunos casos se someten a exámenes médicos cada seis meses. Los pilotos que declaran sufrir ansiedad o depresión pueden quedarse en tierra. Mientras que los casos leves pueden resolverse rápidamente, los graves requieren una revisión exhaustiva de la FAA que puede durar hasta un año o más.

La FAA afirma en un comunicado que **está comprometida** a dar prioridad a la salud mental de los pilotos y que actualiza continuamente su enfoque basándose en la mejor ciencia médica disponible.

MIEDO A QUEDARSE EN TIERRA

Una década después de que un piloto de Germanwings con antecedentes de depresión grave estrellara un Airbus A320 contra la ladera de una montaña francesa , el sector mundial de la aviación aún no ha formulado un marco mundial uniforme para abordar la salud mental de los pilotos y el estigma sigue siendo un obstáculo importante, según las entrevistas de Reuters.

La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea exige a las aerolíneas que ofrezcan programas de ayuda mutua a los pilotos y ha reforzado la supervisión de los médicos forenses.

En Estados Unidos, la FAA ha ampliado su lista de antidepresivos aprobados y otros medicamentos utilizados para tratar problemas de salud mental. Ha establecido una vía para los pilotos que revelen un diagnóstico de TDAH. Mientras tanto, las aerolíneas y los sindicatos de pilotos han ampliado los programas confidenciales de apoyo entre compañeros.

La Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil de Australia permite a los pilotos con depresión y ansiedad mantener su certificación médica en función de cada caso, incluso mientras reciben tratamiento, si se controlan los riesgos para la seguridad. Kate Manderson, principal responsable médico de CASA, afirma que su equipo suele resolver las revisiones de certificación en 20 días.

Pero la brecha entre política y percepción sigue siendo amplia. En un estudio de 2023 (link) de 5.170 pilotos estadounidenses y canadienses, más de la mitad afirmaron evitar la asistencia sanitaria por temor a perder la condición de piloto. Este sentimiento se refleja en un dicho morboso de la comunidad de pilotos: "Si no mientes, no vuelas."

Sindicatos de pilotos, grupos de defensa y organizaciones del sector **instan a la FAA** a adoptar las recomendaciones de su Comité de Reglamentación de la Aviación: medidas para proteger a los pilotos que revelan problemas y acelerar su reincorporación al servicio. En septiembre, la Cámara de Representantes de **EEUU** votó a favor de exigir a la FAA que aplique esos cambios en un plazo de dos años.

A LA ESPERA DE AUTORIZACIÓN PARA VOLAR

Para Elizabeth Carll, piloto de aerolínea comercial estadounidense de 36 años, esas reformas no pueden llegar lo bastante pronto. En 2021, se quedó en tierra durante su formación como piloto tras revelar que tomaba una dosis baja de un ansiolítico. Tras un periodo de espera obligatorio, esperó seis meses para una cita con un especialista en salud mental aprobado por la FAA. El organismo regulador pasó entonces más de un año revisando su informe, sólo para considerarlo obsoleto y ordenar un nuevo examen.

Carll, que trabajó como despachadora de vuelos durante su formación, no se enfrentó a dificultades financieras, pero dijo a Reuters que cualquier cambio de medicación podría desencadenar el mismo proceso largo y costoso.

"El chiste es ignorarlo y hacer como si no ocurriera porque la gente tiene miedo de que le quiten su medio de vida."

Un portavoz de la FAA dijo a Reuters que la agencia está actualizando sus políticas de salud mental y ha aprobado más medicamentos. El portavoz no hizo comentarios sobre el caso de Carll cuando se le preguntó, y no reveló el tiempo de respuesta típico para revisar los informes médicos de los pilotos que se han sometido a tratamiento de salud mental.

"Animamos a los pilotos a buscar ayuda lo antes posible si padecen algún trastorno mental, ya que la mayoría de ellos, si reciben tratamiento, no suponen una inhabilitación para volar", declaró el portavoz de la FAA.

El bienestar de los pilotos volvió a estar en el candelero en junio, cuando un vuelo 171 de Air India se estrelló tras el despegue , matando a 260 personas. Un informe preliminar de la investigación concluyó que ambos interruptores de corte de combustible se habían movido manualmente, descartando un fallo mecánico. Faltan meses para el informe final.

Tras el accidente, el gobierno indio declaró que Air India había registrado un ligero aumento de las bajas por enfermedad de los pilotos de todas las flotas. La aerolínea respondió dirigiendo a los pilotos a una aplicación de bienestar mental, según Reuters.

Air India no hizo comentarios.

En noviembre, el ex piloto de Alaska Airlines Joseph David Emerson fue condenado a cumplir condena y a tres años de libertad condicional tras declararse culpable de interferir con la tripulación de vuelo e intentar apagar los motores de un avión de pasajeros en 2023 mientras estaba fuera de servicio en la cabina. Los documentos judiciales muestran que Emerson dijo a la policía que estaba sufriendo un ataque de nervios y que había tomado setas psicodélicas, que a veces se utilizan para tratar la depresión.

No quiso ser entrevistado para este reportaje.

hOY SOY MEJOR PILOTO

Cuando un piloto se queda en tierra por un problema de salud, las consecuencias económicas pueden ser importantes. Una vez agotadas las bajas por enfermedad, a menudo se les concede una incapacidad, lo que puede reducir considerablemente sus ingresos.

Troy Merritt, piloto de aerolínea comercial estadounidense de 33 años, se quedó voluntariamente en tierra **en** diciembre de 2022 y empezó a tomar medicación tras darse cuenta de que la depresión y la ansiedad habían puesto en peligro su capacidad para volar con seguridad, según declaró.

Volver a la cabina le supuso seis meses de medicación estable y una serie de pruebas psicológicas y cognitivas, algunas de las cuales no estaban cubiertas por el seguro médico. Según dijo a Reuters, el proceso le costó unos 11.000 dólares.

Reuters no pudo confirmar de forma independiente esta cifra.

El comité de reglamentación de la FAA ha identificado los importantes gastos médicos de bolsillo como una de las principales barreras que disuaden a los pilotos de buscar atención médica. En un informe del año pasado, el comité señalaba que la cobertura de los seguros para diagnósticos de salud mental suele ser limitada, incluso en los planes integrales.

Cuando Merritt volvió a volar, llevaba 18 meses en tierra y vivía del seguro de invalidez. En su opinión, los pilotos no deberían tener que esperar seis meses para volver a solicitar un certificado médico si responden bien al tratamiento, y la FAA debería revisar esas solicitudes en un plazo de 30 días.

"Evitar la atención a la salud mental abre la puerta a pilotos que evitan cuidar de su salud. Y es entonces cuando pueden surgir problemas en la cabina", dijo Merritt desde su casa, cerca del aeropuerto internacional de Los Ángeles.

Merritt, que habló con la condición de que Reuters no identificara a su empleador, dijo que él es la prueba viviente de que el cuidado de la salud mental hace mejores pilotos a largo plazo.

Tras recuperarse, se entrenó para volar en aviones más grandes y a destinos como Shanghái y Hong Kong, vuelos de larga distancia que antes le parecían demasiado desalentadores.

"Hoy soy mejor piloto que antes", afirma.

Por David Shepardson

El presidente Donald Trump (link) dijo el martes que su administración tiene la intención de revisar el Aeropuerto Internacional Washington Dulles de Virginia, de propiedad federal, el principal aeropuerto internacional para el área de la capital estadounidense, calificándolo de malas instalaciones.

El aeropuerto, situado a unas 25 millas (40 km) de la capital estadounidense e inaugurado en 1962, da servicio a unos 27 millones de pasajeros al año. La comitiva de Trump hizo un recorrido no programado por la propiedad del aeropuerto en octubre para evaluar futuros proyectos.

"También vamos a reconstruir el aeropuerto de Dulles porque no es un buen aeropuerto. Debería ser un gran aeropuerto. No es un buen aeropuerto en absoluto", dijo Trump el martes durante una reunión de su gabinete en la Casa Blanca. "Tienen un gran edificio y un mal aeropuerto."

El presidente republicano dijo que tiene un nuevo diseño para Dulles. El arquitecto finlandés Eero Saarinen diseñó el Edificio Terminal del aeropuerto, una estructura distintiva con un techo inclinado que barre hacia el cielo en lados opuestos. Se considera un ejemplo destacado de la arquitectura moderna de mediados de siglo.

El aeropuerto, uno de los principales centros de operaciones de United Airlines , está gestionado por la Autoridad Aeroportuaria Metropolitana de Washington en virtud de un contrato de arrendamiento de 50 años aprobado por el Congreso.

La autoridad aeroportuaria dijo el martes que aprecia el interés de la administración en realizar mejoras y trabajar en colaboración.

"Queremos aprovechar el plan de capital de 7.000 millones de dólares para Dulles, que ya está en marcha con la construcción de un nuevo vestíbulo cuya apertura está prevista para el próximo otoño", señaló la autoridad en un comunicado.

Algunos republicanos han presentado en el Congreso una ley para rebautizar Dulles con el nombre de Trump. En la actualidad, el aeropuerto lleva el nombre de John Foster Dulles, que fue secretario de Estado bajo la presidencia de Dwight Eisenhower en la década de 1950.

El secretario de Transporte, Sean Duffy, dijo que su departamento tiene previsto anunciar que está solicitando ofertas para sustituir los vehículos de enlace, llamados "salas móviles", que transportan a los pasajeros entre la terminal y los aviones. Dos colisiones ocurridas en noviembre en las que se vieron implicados estos vehículos llamaron la atención sobre el sistema.

El aeropuerto cuenta actualmente con 130 puertas de embarque. En julio, la autoridad aeroportuaria aprobó un plan director de ampliación de las instalaciones para acoger a 38 millones de pasajeros anuales en 2030 y a 45 millones de pasajeros anuales y 154 puertas de embarque en 2045. El plan prevé su ampliación hasta alcanzar los 90 millones de pasajeros anuales con 218 puertas de embarque.

Por David Shepardson

El presidente Donald Trump dijo el martes que su administración quiere reformar el Aeropuerto Internacional Dulles , cerca de Washington, D.C., calificándolo de "no ser un buen aeropuerto."

En octubre, la comitiva de Trump hizo un recorrido no programado por la propiedad del aeropuerto para evaluar futuros proyectos.

"También vamos a reconstruir el aeropuerto de Dulles, porque no es un buen aeropuerto. Debería ser un gran aeropuerto. No es un buen aeropuerto en absoluto", dijo Trump durante una reunión de su gabinete en la Casa Blanca. "Tienen un gran edificio y un mal aeropuerto."

Trump dijo que tiene un nuevo diseño para Dulles, inaugurado en 1962 y propiedad del Gobierno federal. El arquitecto finlandés Eero Saarinen diseñó el Edificio Terminal, un edificio distintivo con un techo inclinado que barre hacia el cielo en lados opuestos.

Dulles, situado en Virginia, a unos 40 km de la capital estadounidense, es el principal aeropuerto internacional de la zona de Washington, con unos 27 millones de pasajeros al año. Está gestionado por la Autoridad Aeroportuaria Metropolitana de Washington. El aeropuerto es un importante centro de operaciones de United Airlines .

La autoridad, que opera el aeropuerto en virtud de un contrato de arrendamiento de 50 años aprobado por el Congreso, declinó hacer comentarios.

El Secretario de Transporte, Sean Duffy, dijo que el departamento tiene previsto anunciar que está solicitando ofertas para sustituir los vehículos de enlace, denominados "salas móviles", que transportan a los pasajeros entre la terminal y los aviones.

Dos colisiones ocurridas en noviembre en las que se vieron implicados estos vehículos llamaron la atención sobre el sistema.

En julio, la autoridad aeroportuaria aprobó un plan director para ampliar el aeropuerto a 38 millones de pasajeros en 2030 y a 45 millones de pasajeros y 154 puertas de embarque en 2045, y llegar a prestar servicio a 90 millones de pasajeros y 218 puertas de embarque. El aeropuerto cuenta actualmente con 130 puertas.

Por Tim Kelly, Abhijith Ganapavaram y Tim Hepher

Las aerolíneas de todo el mundo se apresuraron el sábado a arreglar un fallo de software en los aviones Airbus A320, mientras la retirada parcial del fabricante europeo de aviones interrumpió cientos de vuelos en Asia y Europa y amenazaba los desplazamientos en Estados Unidos durante el fin de semana más activo del año.

Las aerolíneas trabajaron toda la noche después de que los organismos reguladores mundiales les pidieran que solucionaran el problema antes de reanudar los vuelos.

Entre las aerolíneas que afirmaron haber completado o casi completado todas sus actualizaciones de software el sábado se encontraban American Airlines , United Airlines , Air India, Delta Air Lines , la húngara Wizz Air , la mexicana Volaris , Air Arabia , la saudí Flyadeal y las aerolíneas taiwanesas. Muchas de ellas informaron de que sus operaciones no se habían visto afectadas.

El esfuerzo nocturno de las compañías aéreas pareció ayudar a evitar el peor de los escenarios y limitó el número de retrasos en los vuelos en Asia y Europa. En Estados Unidos, que se enfrentará a una gran demanda tras las vacaciones de Acción de Gracias, el Secretario de Transporte, Sean Duffy, declaró que las compañías estadounidenses afectadas "han informado de grandes progresos y están en camino de cumplir el plazo de este domingo a medianoche para completar el trabajo"

Publicó en X (link) que los viajeros "NO DEBEN esperar ninguna interrupción importante", aunque una aerolínea estadounidense, JetBlue , dijo más tarde que cancelaba docenas de vuelos que habían sido programados para el domingo.

Brendan Sobie, analista de aviación con sede en Asia, dijo que la actualización "no fue tan caótica como algunos podrían pensar", aunque "crea algunos dolores de cabeza a corto plazo para las operaciones."

El consejero delegado de Airbus , Guillaume Faury, pidió disculpas a las aerolíneas y a los pasajeros tras la retirada por sorpresa de 6.000 aviones, o más de la mitad de la flota mundial de la familia A320, que recientemente superó al Boeing 737 como el modelo más entregado del sector.

"Quiero pedir sinceras disculpas a los clientes y pasajeros de nuestras aerolíneas que ahora se ven afectados", publicó Faury en LinkedIn.

La alerta del viernes se produjo tras una pérdida involuntaria de altitud en un vuelo de JetBlue del 30 de octubre de Cancún (México) a Newark (Nueva Jersey), en el que resultaron heridos 10 pasajeros, según la agencia francesa de accidentes BEA, que está investigando el incidente.

LA LLAMADA A REVISIÓN DE AIRBUS, UN MOMENTO AFORTUNADO PARA ALGUNAS AEROLÍNEAS

La alerta se produjo en un momento del día en el que muchas compañías aéreas europeas y asiáticas están reduciendo sus horarios, lo que deja tiempo para reparaciones. En Estados Unidos, sin embargo, se produjo un día antes del ajetreado fin de semana de Acción de Gracias.

La aerolínea estadounidense JetBlue dijo que había cancelado unos 70 vuelos previstos para el domingo, y que era posible que se produjeran más cancelaciones. JetBlue espera terminar las actualizaciones de software para 120 aviones el domingo por la mañana, pero dijo que las correcciones para unos 30 aviones estarían todavía "en curso" en ese momento.

Unos 140 aviones de la flota de A320, A321 y A220 de la compañía no necesitaban la corrección, dijo la empresa.

American Airlines, el mayor operador mundial de A320, dijo que 209 de sus 480 aviones necesitaban la reparación, por debajo de las estimaciones iniciales, la mayoría de los cuales esperaba completar el sábado. United Airlines dijo a Reuters el sábado que todos sus aviones habían sido actualizados.

AirAsia, uno de los mayores clientes mundiales del A320, dijo que su objetivo era completar las reparaciones en 48 horas. El regulador de la aviación de la India dijo el sábado que se esperaba que las compañías IndiGo y Air India completaran el proceso el sábado. ANA Holdings canceló 95 vuelos el sábado, afectando a 13.500 viajeros.

La aerolínea taiwanesa de bajo coste Tigerair comunicó que ocho vuelos sufrirían retrasos el domingo debido al problema del software.

Las aerolíneas deben volver a una versión anterior del software de un ordenador que ayuda a determinar el ángulo del morro de los aviones afectados y, en algunos casos, también deben cambiar el propio hardware, principalmente en los aviones más antiguos en servicio. La corrección debe completarse antes de que los aviones puedan volver a volar con pasajeros, un proceso que requiere de dos a tres horas por avión.

En todo el mundo hay unos 11.300 aviones de pasillo único en servicio, 6.440 de ellos del modelo principal A320. Entre ellos se encuentran algunas de las mayores y más concurridas compañías de bajo coste.

Los datos de seguimiento de Cirium y FlightAware mostraban que la mayoría de los aeropuertos del mundo operaban con niveles de retrasos entre buenos y moderados.

El sábado, Airbus comunicó a las aerolíneas que las reparaciones de algunos de los A320 afectados podrían ser menos gravosas de lo que se pensaba en un principio, según fuentes del sector: menos de los 1.000 que se estimaron en un principio necesitarían cambios de hardware.

También quedaron sin resolver cuestiones sobre el impacto de la radiación de la erupción solar a la que se atribuye el incidente de JetBlue, que está siendo tratado por los investigadores franceses como un "incidente", la más baja de las tres categorías de posibles emergencias de seguridad.

"Cualquier problema operativo que surja con poca antelación y que afecte a una gran parte de las operaciones es difícil de afrontar", declaró John Strickland, consultor de aviación con sede en el Reino Unido.